Los recientes acontecimientos relacionados con los acuerdos de compra de energía (PPA) para las energías renovables y la capacidad de las líneas de transmisión están cambiando nuestras estrategias de transición energética de cara al futuro.
En octubre de 2023, enviamos solicitudes de propuestas (RFP) para explorar opciones para 1.500 megavatios (MW) adicionales de nueva generación eléctrica y hasta 200 MW de almacenamiento de energía en baterías.
Con proveedores de energía de todo el país buscando recursos similares, era muy importante para nosotros obtener los precios actuales del mercado y los plazos para los acuerdos de compra de energía (PPA), especialmente para la eólica y la solar. Estos datos son fundamentales para cumplir los requisitos estatales de reducción de emisiones en 2030 y años posteriores.
Desde la publicación de las RFP, hemos recibido más de 200 propuestas. Muchos de los precios de los CCE son al menos un 60% más altos de lo previsto en el caso de la energía eólica y un 50% más altos en el caso de la energía solar.
Con unos clientes que ya se enfrentan a un aumento de los costes de la energía, no podemos pedirles que paguen también estos contratos inflados, muchos de los cuales son acuerdos de más de 20 años, o los proyectos previstos para apoyarlos.
Los costes inflados de los CCE son atribuibles a varios factores: una cadena de suministro congestionada, la elevada demanda en toda la industria energética, la escasez de materias primas y las posibles tarifas y cambios políticos propuestos por la nueva administración en Washington, DC. Aunque estos aranceles y cambios políticos propuestos aún no han entrado plenamente en vigor, los vendedores han incluido preventivamente los aumentos previstos en sus modelos de precios.
Estos factores no sólo han aumentado los precios de los proyectos de energías renovables, sino que también han retrasado los plazos de finalización de los proyectos, con algunas fechas de finalización varios años en el futuro.
La limitada capacidad de las líneas de transmisión también está añadiendo un coste significativo al suministro de energía de estos proyectos a nuestra red eléctrica local. Superar este reto exigiría grandes inversiones en nuevas líneas de transmisión o mejoras significativas de las existentes.
Estos plazos y problemas de capacidad no se ajustan a nuestras necesidades previstas.
Mientras que la normativa federal fluctúa debido a la nueva administración presidencial, los requisitos normativos de Colorado son más seguros. Mientras navegamos por estos panoramas normativos divergentes, seguiremos trabajando de forma proactiva con los responsables políticos estatales y federales para identificar soluciones que satisfagan nuestras necesidades de fiabilidad y protejan sus intereses.
Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de suministrarles una energía más limpia. Sin embargo, debemos tener en cuenta los plazos y los costes asociados para asegurarnos de que hacemos lo mejor para toda la comunidad.