Las actividades de demolición en el emplazamiento de la antigua central eléctrica Martin Drake finalizaron en 2024, tras casi un siglo de generación eléctrica en el centro de Colorado Springs.
Durante generaciones, Drake fue un símbolo de fiabilidad gracias a la dedicación de sus empleados. Aunque la central ya no existe, su legado perdurará en la transición hacia un nuevo futuro energético.
Los trabajos de demolición comenzaron en el verano de 2023. Desde ese momento hasta julio de 2024, el proyecto supuso más de 83.000 horas de trabajo y la retirada de aproximadamente 8.700 toneladas brutas de metal, que llenaron 770 camiones .
El contratista encargado de la demolición tomó medidas especiales para minimizar el polvo, el tráfico, el ruido y proteger la calidad del aire de los alrededores.
El proyecto de demolición costó unos 20 millones de dólares, un precio que habría aumentado sin las compensaciones conseguidas con la venta de chatarra.
El futuro del solar
El solar es propiedad de la ciudad de Colorado Springs y actualmente está en manos de Colorado Springs Utilities. El futuro uso de este emplazamiento incluirá probablemente un importante proceso público, pero también es importante tener en cuenta que el uso potencial puede estar sujeto a una serie de factores entre los que se incluyen futuros estudios medioambientales y los requisitos resultantes establecidos por la normativa medioambiental aplicable.
Historia y legado de Drake
Toda la generación dentro de la central eléctrica Martin Drake se apagó definitivamente el 1 de septiembre de 2022. Esto marcó el final de casi un siglo de generación eléctrica en el centro de Colorado Springs.
Drake proporcionó energía confiable y rentable durante casi 100 años y permitió que nuestra ciudad creciera y prosperara de una manera que nuestros primeros líderes no podrían haber imaginado. Miles de empleados y generaciones de trabajadores (a menudo miembros de la misma familia) pusieron su sangre, sudor y lágrimas en este elemento básico de nuestra comunidad.
La decisión de cerrar Drake se tomó teniendo en cuenta varios factores, entre ellos la reducción de emisiones exigida por el Estado y los elevados costes de mantenimiento de una central de carbón envejecida (unos 200 millones de dólares anuales).
